La Cámara
Nacional de Autotransporte de Carga (CANACAR) una grave crisis operativa en el Puerto
de Manzanillo que ha detenido miles de contenedores y generados retrasos
críticos. Desde el 12 de mayo, manifestaciones y bloqueos liderados por
trabajadores aduaneros, en protesta por despidos y malas condiciones laborales,
han colapsado los patios portuarios, con revisiones aduaneras que superan las
72 horas por contenedor. Bajo el liderazgo de Miguel Ángel Martínez Millán,
presidente de Canacar, el sector transportista exige a los gobiernos federal y
estatal una mesa de crisis inmediata para restablecer el flujo logístico en
este nodo clave del Pacífico mexicano.
El conflicto,
que comenzó con el despido de cinco agentes aduaneros y se intensificó con
bloqueos en los accesos norte y sur del puerto, han causado pérdidas estimadas
en 150 millones de dólares hasta el 29 de mayo, según la Asociación de
Industrias Maquiladoras y Manufactureras de Exportación (Index) Occidente. Las
operaciones, están parcialmente reanudadas tras intervenciones de la Secretaría
de Marina y la Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA)
Manzanillo. Martínez Millán advirtió que las empresas transportistas están al
borde de la quiebra, incapaces de cumplir pagos a proveedores y personal,
mientras las cadenas de suministro nacionales enfrentan severas disrupciones
que impactan a la industria, el comercio y los consumidores.
La normalización
de las actividades en Puerto de Manzanillo, que moviliza el 41% de las mercaderías
marítimas del país, podría tomar hasta cinco semanas según Index Occidente. A
pesar de los esfuerzos de ASIPONA y la Marina, incluyendo el relevo del titular
de ASIPONA por el almirante Guillermo Mejía George, los retrasos persisten
debido a la saturación y la falta de personal aduanero. CANACAR insiste en la
necesidad de infraestructura eficiente y condiciones dignas para los
operadores, subrayando que el colapso del puerto, agravado por protestas y una
gestión deficiente que amenaza el desarrollo económico nacional. La urgencia de
soluciones coordinadas es crítica para evitar un impacto aún mayor en el
comercio exterior mexicano.
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