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Drewry vuelve a recortar el pronóstico del movimiento global de contenedores


Las perspectivas del envío de  contenedores se han deteriorado en los últimos tres meses, y según  Drewry se avecina otra rebaja del crecimiento para  todo este año. Esta situación es una mala noticia para los transportistas, que deberán enfrentar durante los próximos  meses, una lucha por la supervivencia a raíz del salto abrupto en los costos de operación, como consecuencia de la nueva normativa de la OMI sobre los combustibles marinos con el límite de azufre del 0,5% que se convertirá en ley el 1 de enero del 2020.
La consultora  espera que el movimiento global de contenedores aumente solo un 2,6% este año; corrigiendo su predicción anterior del 3%, que a su vez, lo había ajustado del 3,9% original.  Simon Heaney, gerente sénior de investigación de contenedores de  Drewry, dijo que los riesgos presionan al mercado de contenedores y que la situación se ha exacerbado por una serie de nuevos problemas que generan preocupación e incertidumbre. Agregó, que las estadísticas portuarias fueron razonablemente positivas, y la demanda de los consumidores fue robusta, aunque algunos indicadores clave habían "tenido un fuerte descenso", lo que había influido en el pensamiento de la consultora.
En julio de este año, el FMI recortó su pronóstico para el crecimiento del comercio mundial de bienes y servicios en nueve puntos porcentuales, a 2,5% ,  advirtiendo que el crecimiento global se mantuvo "moderado", citando las consecuencias de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el aumento de las tensiones geopolíticas y la incertidumbre sobre los precios de la energía.
El primer semestre fue decepcionante para la industria del transporte marítimo de contenedores, seguida de una temporada alta delicada, que actúa como un lastre para las tarifas de carga, lo que obstaculiza los resultados de los transportistas marítimos, sumado al impacto de la OMI 2020 convirtiéndose en el nuevo "gran riesgo" para líneas de contenedores.  
La estimación actual de Drewry es que los operadores de portacontenedores se enfrentarán con una factura de combustible adicional de U$S 11 mil millones, relacionada con la transición al combustible con bajo contenido de azufre y la adaptación de los tanques de los buques, y además, algunos de esos gastos se incurrirán en el último trimestre de este año.
Sin embargo,  Drewry  estimó que los transportistas tendrían más éxito en la recuperación de estos costos adicionales de los combustibles de bajo contenido de azufre, en relación a los altos costos del pasado, especialmente en regiones de Europa y los EE.UU. donde no han podido obtener compensaciones. Igualmente Drewry advierte que algunas líneas navieras necesitaran  tomar medidas drásticas para evitar la bancarrota. En ese escenario, los transportistas tratarán de proteger los flujos de efectivo, mediante restricciones a través de una combinación de medidas, que incluyen menores velocidades de los buques,  y la contratación de embarcaciones fletadas.
            En definitiva según Drewry, la mayoría de los cargadores aceptaron que tenían que pagar más por un envío más limpio y amigable con el medio ambiente, dejando a los transportistas la responsabilidad de justificar los recargos "con un mecanismo creíble y confiable". 
Fuente: theloadstar.com

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