Tres
representantes demócratas de California, Jimmy Gómez, Nanette Barragán y Robert
García, visitaron los puertos de Los Ángeles y Long Beach para alertar sobre la
desaceleración de la actividad portuaria, según reportó el diario Los Ángeles Times. La caída, atribuida a los
aranceles impuestos por el presidente Donald Trump, incluyendo un 145% a China,
25% a Canadá y México, y 10% a otros países, ha reducido el flujo de
contenedores en los puertos más concurridos del país. Esta situación, que Trump
calificó como “algo bueno” para reducir pérdidas, amenaza empleos y eleva
precios al consumidor, generando preocupación entre los legisladores.
Los aranceles
han causado una contracción significativa en el movimiento de carga, con 17
barcos cancelando viajes al Puerto de Los Ángeles en mayo, equivalentes a 225.000
TEU, según el director ejecutivo Gene Seroka, quien predijo una caída del 35%
en la actividad portuaria en las próximas semanas. Esta reducción impacta
directamente a estibadores y camioneros, con cada cuatro TEU representando un
empleo portuario, según Barragán. Un informe de 2023 destacó que los puertos
generaron 165.462 empleos y 21.800 millones de dólares en ingresos locales,
pero una caída del 1% en la carga podría eliminar 2.769 empleos directos y
poner en riesgo otros 4.000.
Antes de los
aranceles, un aumento temporal en la actividad ocurrió cuando importadores
adelantaron envíos, una estrategia viable para grandes empresas como Amazon,
pero no para pequeñas y medianas, según Gómez. Estas últimas, sin capacidad de
almacenamiento, enfrentan mayores riesgos económicos. Barragán criticó a Trump
por considerar que la desaceleración de la actividad portuaria es positiva,
calificándola como un “insulto” a los trabajadores y familias que enfrentarán
precios más altos. Los representantes subrayaron que comunidades como Long
Beach y San Pedro serán las más afectadas, con impactos en el tejido laboral de
los puertos.
La falta de
respuesta de la Casa Blanca agrava la incertidumbre sobre las medidas para
mitigar el impacto. Los legisladores advierten que la guerra comercial iniciada
por Trump, sin considerar sus repercusiones, podría generar una crisis
económica local y nacional. Mientras los puertos, que procesaron más de 10
millones de TEU en 2024, enfrentan un panorama sombrío, la presión crece para
revisar las políticas arancelarias y proteger los empleos y la estabilidad
económica de las comunidades portuarias, que dependen de la actividad constante
de estas terminales.
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