El Segundo Foro Fluvial Sudamericano, organizado por el Instituto de Desarrollo Regional (IDR) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), se realizó los días 6 y 7 de octubre de 2025 en la sede de la CAF en Asunción, Paraguay, con la participación de 150 asistentes presenciales y más de 2.000 virtuales de países como Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Colombia, Perú y Ecuador. Este evento, que buscó consensos regionales sobre integración fluvial y logística, fue impulsado por la proyección de un fuerte aumento en la producción de granos y minerales en Sudamérica, lo que genera millonarias inversiones en dragado y mantenimiento de la hidrovía Paraná-Paraguay por parte de Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia. Expertos como Juan Carlos Venesia del IDR destacaron la necesidad de mejorar la gobernanza, la sostenibilidad ambiental y la coordinación entre gobiernos y privados para optimizar la navegabilidad y reducir costos logísticos.
La hidrovía
Paraná-Paraguay se posiciona como un eje clave para la exportación
sudamericana, con proyecciones que duplicarán las cargas para 2030, impulsando
obras de profundización del dragado. Sin embargo, los desafíos principales no
son solo financieros, sino institucionales: se requiere mayor coordinación
entre países y entre sectores público y privado para definir objetivos comunes
y eficientizar la gestión de la vía navegable. Un consenso pleno surgió en
torno a la gestión ambiental de estas infraestructuras, un tema ausente en las
agendas de los años 90, cuando iniciaron los primeros dragados regionales,
reflejando un enfoque más sostenible actual.
El foro, que
consolidó una "mirada común" sobre desafíos fluviales, incluyó
paneles sobre gobernanza, infraestructuras sostenibles, innovación tecnológica
y políticas públicas. Juan Venesia, director del IDR, enfatizó la búsqueda de
consensos en la administración de cuencas, el desarrollo naval y la integración
logística. Académicos, empresarios y funcionarios de la región debatieron
soluciones para potenciar el transporte fluvial, con énfasis en la
"economía azul" que integra aspectos sociales, ambientales y
económicos.
En Paraguay, la
viceministra de Economía, Patricia Frutos, proyectó una duplicación de la carga
fluvial para 2030, destacando la necesidad de navegación segura y competitiva.
El viceministro de Industria, Marcos Riquelme, anunció la apertura de sobres el
21 de octubre para la licitación de dragado y mantenimiento del río Paraguay
desde su confluencia con el Paraná hasta la desembocadura del Río Apa, con una
inversión de 6 millones de dólares por tres años. Esto impulsará el transporte
fluvial —donde Paraguay posee la tercera flota de barcazas a nivel mundial— y
la industria naval, atrayendo inversiones extranjeras en puertos y muelles.
Bernd Gunther,
presidente del Centro de Armadores Fluviales de Paraguay, celebró recientes
dragados financiados por una minera brasileña que eliminaron 14 pasos críticos,
ganando dos pies de calado y reduciendo tiempos de tránsito de días a horas.
Estas obras, realizadas tras estudios ambientales, incluyen
"derrocamientos" del lecho para eliminar riesgos, permitiendo
triplicar volúmenes en 15 años con dragados de 9 pies garantizados el 90% del
año. Gunther subrayó que "el río Paraguay es navegable y con poco se logra
mucho".
En Brasil,
Eduardo Pessoa Queiroz, superintendente de Estudios y Proyectos Hidroviarios,
detalló la licitación para el tramo Apa-Corumbá, una concesión a 15 años sin
subsidios por 10 millones de dólares, que asegurará 6,5 pies de calado anual o
10 pies. Los pliegos, tras estudios y audiencias públicas, estarán listos a
inicios de 2026, incorporando tecnologías para mejorar navegación y medio
ambiente. A diferencia del modelo paraguayo de obras puntuales por contratista,
Brasil opta por concesiones tradicionales, resaltando diferencias en gestión
que exigen mayor coordinación regional.
Bolivia avanza
en el acondicionamiento de cuencas conectadas al río Paraguay, según Bismark
Rosales, gerente del Puerto Jennefer, quien atribuyó el empuje a Brasil y
Paraguay. Con costos logísticos del 18% (por encima del 14% sudamericano),
planean triplicar cargas de granos para febrero de 2027, alcanzando 1 millón de
toneladas de soja solo en su planta. En el Alto Paraná, Enrique Guardo, de la
Comisión Mixta del Río Paraná, propuso dragar a 9-9,5 pies el 90% del tiempo
entre Confluencia y Yacyretá, fortaleciendo el Grupo Encarnación para
institucionalizar procesos más allá de ciclos electorales.
En Argentina,
Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara de Puertos Privados, y Pablo Ibañez,
de la Bolsa de Comercio de Rosario, expresaron optimismo por la concesión del
tramo Santa Fe-sur del Paraná y Río de la Plata, con pliegos listos en
noviembre que incluyen mayor profundidad, obras complementarias y tecnología
sin subsidios. El presidente Javier Milei anunció dragado a 36 pies en tramos
Bravo y Guazú (frente a 25 actuales), permitiendo buques de gran porte y doble
mano de navegación, beneficiando puertos como Ibicuy y Nueva Palmira. Diego
Azqueta Secco, de la Comisión Permanente de Transporte de la Cuenca del Plata,
abogó por priorizar integración sobre soberanía en tramos compartidos.
El foro reclamó
mayor participación privada en organismos como el CIH, con reuniones periódicas
y diálogo técnico para seguridad jurídica e inversiones. Azqueta Secco criticó
conflictos como el de tarifas Argentina-Paraguay en septiembre, resuelto parcialmente
en octubre con peajes de 1,25 dólares, pero pendiente de mesas técnicas.
Gunther instó a analizar costos reales, evitando "autopistas de 6
carriles" innecesarias para barcazas. Teresa Salatino, de la Comisión
Mixta Argentino-Paraguaya, enfatizó reglas claras y gestión integrada. Felipe
González, de la CAF, priorizó articulación institucional sobre financiamiento,
mientras Rafael Farromeque innovó en créditos para "economía azul",
con 2.500 millones de dólares para hidrovías resilientes e inclusivas.
GRsE
Fuente: Rosario3
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