El Estrecho de
Ormuz enfrenta amenazas al transporte marítimo de gas natural licuado (GNL)
debido a la escalada del conflicto entre Israel e Irán, según un informe de
Drewry publicado esta semana. Este paso, crucial para el 21% del suministro
mundial de GNL, canaliza más de 1.000 cargas anuales desde Qatar y los Emiratos
Árabes Unidos, según destacó la consultora marítima. Aunque un cierre completo
del estrecho es improbable, las advertencias de Irán sobre un posible bloqueo
han generado temores que anticipa alzas en los precios del GNL y tarifas de
flete por interrupciones comerciales.
El Estrecho de
Ormuz es vital para las exportaciones de GNL, con Qatar enviando 0.2 millones
de toneladas diarias (10-12 cargas) y los Emiratos Árabes Unidos 1-2 cargas al
día, según Drewry AIS. Un bloqueo, incluso parcial, afectaría gravemente estas
exportaciones, con la magnitud de la escasez dependiendo de la duración del
cierre. Los compradores asiáticos, principales destinatarios del GNL de Oriente
Medio, enfrentarían mayores disrupciones que Europa, lo que elevaría los
precios al contado en Asia y desincentivaría a importadores sensibles al costo
en el sur y sudeste asiático, según el análisis de Drewry.
La incertidumbre
ha disparado los futuros del TTF un 5% el 17 de junio, alcanzando un máximo de
10 semanas, reflejando la fragilidad del mercado europeo ante posibles
interrupciones. Europa, que depende menos del GNL de Oriente Medio, podría
enfrentar mayor competencia si Asia busca alternativas como el GNL
estadounidense. Países como Egipto e Irak, que planean importar más GNL este
verano, tendrían que reconfigurar sus fuentes, intensificando la demanda
regional y elevando precios, según el informe.
Un cierre
parcial a corto plazo podría beneficiar las tarifas de transporte marítimo de
GNL, ya que los desvíos hacia mercados como EE. UU. implicarían viajes más
largos, aumentando la demanda de toneladas-milla, según Drewry. Sin embargo, un
bloqueo prolongado paralizaría el comercio, dejando buques inactivos y
desplomando las tarifas debido a la caída en la demanda. El crecimiento de la flota
de GNL, con 90 entregas previstas durante este año, ya supera la capacidad de
licuefacción, lo que agrava el riesgo de un desequilibrio oferta-demanda, según
la consultora.
En conclusión,
las tensiones en el Estrecho de Ormuz amenazan con desestabilizar el comercio
de GNL, con impactos que varían según la duración del conflicto. Mientras un
cierre parcial podría elevar tarifas a corto plazo, un bloqueo prolongado
devastaría el mercado, afectando a compradores, armadores y economías
dependientes del GNL. La fragilidad del mercado, exacerbada por la creciente
flota de buques y la demanda estacional, requiere una vigilancia constante,
según Drewry, en un contexto donde la escalada entre Israel e Irán mantiene al
mundo en vilo.
Fuente: Drewry
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